Mis 5 minutos de retraso y yo estábamos a las 10:50 en las pistas donde esperaban dos grandes de este deporte! Sr Merino y Sr Javi preparados para salir en busca de una nueva senda que nos ha enamorado al conocerla.
Así que despacito y con buena letra comenzamos a rodar bien abrigaditos dirección Sotillo subiendo por las piedras de la vía de servicio, donde el Sr Merino alías la liebre ha hecho de las suyas y nos ha llevado cual caballo de carreras a todo trapo entrando en calor bien rápido, una vez estando ya casi apuntito de culminar la subida he empezado a escuchar unos bufidos (buff buff bufff) y he dicho, "coño! si ha venido Juanito", pero no, era yo por culpa de Merino que nos ha subido al límite.
Una vez arriba hemos ido en busca de la senda, la cual fue fácil de localizar ya que el principio lo conocemos a la perfección, LAP en el gps para medir la distancia de la misma y a correr!! y que os voy a contar que no sepáis, una maravilla más de los cientos de secretos que esconde el bosque de Chiloeches.
Senda terminada con una distancia de 1,78 km de pura diversión, está claro que volveremos porque es divertida y rápida a la par que segura, repasito a la rueda y de vuelta al sotillo para llenar el cuentkilómetro un poco y contar batallitas que en los anteriores kilómetros no hemos tenido tiempo ni para respirar!
Llegados a la altura de Iriepal nos hemos empezado a meter en el camino que lleva a Mordor…niebla…pequeña lluvia…frío…y como no llevamos el anillo ni nada por el estilo hemos decidido poner rumbo a casa ya que el día no pintaba nada nada bien y la misión del día ya estaba cumplida, así que bajadita para Iriepal y regreso a Guadalajara.
Otra mañanita divertida más aprovechando que no ha venido Juan para hacer pocos kilómetros y muchas "mariconadas".
Se despide un tío de CAIII!!!
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